martes, 5 de noviembre de 2013

Contaminación Auditiva

La contaminación acústica es considerada por la mayoría de la población de las grandes ciudades como un factor medioambiental muy importante, que incide de forma principal en su calidad de vida. La contaminación ambiental urbana o ruido ambiental es una consecuencia directa no deseada de las propias actividades que se desarrollan en las grandes ciudades.
El término contaminación acústica hace referencia al ruido cuando éste se considera como un contaminante, es decir, un sonido molesto que puede producir efectos fisiológicos y psicológicos nocivos para una persona o grupo de personas. La causa principal de la contaminación acústica es la actividad humana; el transporte, la construcción de edificios y obras públicas, la industria, entre otras. Los efectos producidos por el ruido pueden ser fisiológicos, como la pérdida de audición, y psicológicos, como la irritabilidad exagerada.
El ruido se mide en decibelios (dB); los equipos de medida más utilizados son los sonómetros. Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), considera los 50 dB como el límite superior deseable. 
 




La contaminación acústica perturba las distintas actividades comunitarias, interfiriendo la comunicación hablada, base esta de la convivencia humana, perturbando el sueño, el descanso y la relajación, impidiendo la concentración y el aprendizaje, y lo que es más grave, creando estados de cansancio y tensión que pueden degenerar en enfermedades de tipo nervioso y cardiovascular.




Además de estas fuentes de ruido, en nuestras ciudades aparece una gran variedad de otras fuentes sonoras, como son las actividades industriales, las obras públicas, las de construcción, los servicios de limpieza y recogida de basuras, sirenas y alarmas, así como las actividades lúdicas y recreativas, entre otras, que en su conjunto llegan a originar lo que se conoce como contaminación acústica urbana.





La norma que regula el nivel de ruido es la Resolución 627 de 2006 “Por la cual se establece la norma nacional de emisión de ruido y ruido ambiental” expedida por el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, además del Acuerdo 79 de 2003 o Código de Policía en su capítulo 6.



Contaminación auditiva y consecuencias en el ser humano

Ruido:  ruido es todo sonido percibido no deseado por un receptor, lo que lo convierte en algo subjetivo, ya que lo que es algo armónico o agradable para uno, puede ser ruido para alguien más. El ruido produce distintos efectos sobre las personas, siendo la hipoacusia o pérdida de la audición una de los más comunes. este trastorno es irreversible, ya que las células auditivas no se reconstruyen y suele producirse por exposiciones a altos niveles de presión sonora, ya sea por breves instantes o exposiciones prolongadas (desde horas hasta años). Los niveles de ruido (medidos en db), empiezan a ser perjudiciales para el sistema auditivo a partir de los  80 db, por ejemplo una avenida con tráfico o una fábrica industrializada. Existe un límite dentro de la tolerancia del oído, llamado umbral del dolor, que empieza a aplicar, superados los 120 db, lo que puede ser la presencia cercana de una sirena o el despegue de un avión a 25 metros. una exposición a estos niveles de ruido, suelen traer efectos inmediatos, como ruptura del tímpano, o una otitis severa.





Es común asociar la contaminación auditiva con otros tipos de trastornos como el estrés, el trastorno en el sueño, la fatiga, vértigo,  cambio de humor, de conducta, etc.
Lo aconsejable para evitar estas consecuencias es algo sencillo, simplemente evitar estas exposiciones, o usar protectores auditivos en el caso de ser necesario, ya sea por un motivo laboral, o en ensayos musicales, etc… en casos más cotidianos, evitar exponerse a música a altos niveles, como en las discotecas, que suelen rondar por los 100 db. un dato curioso es que el oído requiere aproximadamente 16 horas de reposo para compensar 2 horas de exposición a 100 db.



Contaminación acústica en Colombia

El país se encuentra en unos altos niveles de contaminación auditiva, debido principalmente a la mala organización de las grandes ciudades, el comercio formal y el callejero, pues para transitar por las calles comerciales de las grandes ciudades de Colombia hay que estar preparado para soportar altos niveles de ruido. En ellas los parlantes ubicados en las puertas de los locales comerciales se mezclan con los pitos de los vehículos y las voces de los vendedores ambulantes que quieren dar a conocer las ventajas de sus productos.
En esto consiste la contaminación auditiva, un fenómeno que causa preocupación a la Organización Mundial de la Salud.
“Es un problema de la mayor importancia. La OMS ha dicho que el problema de la contaminación auditiva es el tercero más importante, sobre todo en los países en vía de desarrollo, solamente superado por el problema de la calidad del aire y la calidad del agua. Debería ser una de las prioridades de las entidades de salud y de medio ambiente.” (Eduardo Behrentz, decano facultad de ingeniería de la Universidad de los Andes). 

Legislación que regula la contaminación auditiva

   Colombia cuenta con un Código de los Recursos Naturales Renovables y de Protección del Medio Ambiente, entre cuyas disposiciones el artículo 2° proclama: "El medio ambiente es patrimonio común de la Nación. El mejorarlo y conservarlo es un acto de utilidad pública del Estado y de los particulares". En su parte IV, el título II trata el tema del ruido: Art. 192: En la planeación urbana se tendrán en cuenta las tendencias de expansión de las ciudades para la localización de aeropuertos y demás fuentes productoras de ruido y emanaciones difícilmente controlables. Art. 193: En la construcción de carreteras y vías férreas es necesaria la toma de precauciones para evitar el deterioro ambiental y evitar alteraciones topográficas y controlar las emanaciones y ruidos de vehículos.



Marco constitucional y jurídico existente

En la Carta Política de 1991 artículo 79, se establece que todos los ciudadanos residentes en Colombia tienen el derecho de gozar un ambiente sano. De esto se infiere que la contaminación acústica en alta intensidad rompe  abruptamente con el mandato constitucional de un ambiente sano. Por otra  parte el artículo 88, consagra el derecho colectivo a la salubridad pública, brindándole el mecanismo de las acciones populares como medio para salvaguardarlo.



Soluciones


Contamos con un código de protección de medio ambiente, pero como individuos, cada persona puede colaborar para mantener su salud auditiva en buen estado y colaborar con el medio ambiente. A continuación se mencionan actividades que usted puede realizar:
•Disminuya su exposición al ruido. Este paso es especialmente importante para la gente que trabaja en lugares ruidosos, y que van y vienen del trabajo escuchando el ruido del tráfico de la ciudad.
• Se puede disminuir la exposición al ruido eligiendo actividades para distraerse en lugares tranquilos.
•Desarrolle el hábito de usar protectores en los oídos cuando sepa que va a estar expuesto a ruido durante períodos largos de tiempo. Existen protectores auditivos para ruido hechos a la medida,  los cuales pueden atenuar  hasta 45dB de sonido, protegiendo así el impacto del ruido sobre sus oídos.
•Use materiales que absorban el ruido para disminuir la cantidad de ruido en la casa o en el trabajo. Se pueden poner tapetes de goma debajo de electrodomésticos de cocina ruidosos, impresoras de computador y máquinas de escribir para disminuir el ruido. Las cortinas y las alfombras también ayudan a disminuir el ruido dentro de la casa.
•No utilice varias máquinas ruidosas al mismo tiempo. Trate de no realizar varias acciones a la vez con implementos que generen ruido. El ruido es un hábito que puede romperse.
•No trate de evitar oír el ruido indeseable con otros sonidos. Por ejemplo, no le suba el volumen al  radio de su carro o a los audífonos para evitar oír el ruido del tráfico, o tampoco le suba el volumen a la televisor mientras está aspirando.

Consulte para hacerse un examen auditivo de control.  Todas las personas deben hacerse un examen auditivo anual de control, y aún más si se está en riesgo de perder la audición. Así como cuida sus ojos, sus dientes y toda su salud, acostúmbrese a cuidar sus oídos.